autor: José Cueli
Es la trinidad del chile, frijol y tortilla con sus mínimos proteicos, vitamínicos y minerales salvadora del país que camina ante la inminencia de la aparición de la hambruna en la sierra de Durango y amenaza avanzar en la República. Sicología de lo mexicano que es el chile: ancho, mulato, miracielo, pasilla o guajillo, cascabel, güero, piquín, de árbol. Todos pican, chipotle, morita o jalapeño, Algunos arden, el chile poblano en
nogada, el chihuacle o el chilloztli. Y requieren de tequila, pulque o la pipa de los bomberos para apagar el fuego, lo mismo el chiluca, prieto, negro, manial, puja, catarino, manzano, habanero, buldeño, rayado, seco, meco o costeño. México es chile verde, sea jalapeño o serrano. En polvo: paprika picante o rojo; en salsa: borracha, a la mexicana, guacamole o tabasco, roja o verde. El chile es nuestro sabor, olor y hedor, representa lo mexicano, lo que nos define, identifica y caracteriza.
Siete mil años antes de Cristo ya se consumía y fue una constante en la república. No sabemos nada o casi nada del chile. El chile nos produce desde nuestra primera tetada huella chilera hasta la muerte. El chile nos maquilla gesticuladores, movilizadora de todos los músculos de la cara y su ardor genera al movernos un caminar cual víboras chirrioneras. Los extranjeros nos reconocen por nuestro zangoloteo, movimientos ondulatorios cual serpientes amenizadas por flauta, en todo el cuerpo. Los chiles son de todos tamaños y colores; chiquitos, duros y relucientes o viejos y arrugados, gordos, alargados, rojos, verdes, morados, amarillos; pero eso sí, todos pican.
Comparto dos extractos del contenido al humor picante. Artículo completo picando acá (¿picante redundante?). Siéntense a gozarlo ···
Fuentes: laJornada / Opinión / Chile, frijol y tortilla
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