...en Tepoztlán Mor, a 20 de Noviembre 1980La crisálida o pupa, es el estado por el que pasan algunos insectos en el curso de la metamorfosis: los transforma del estado de gusano o larva, al de imago o adulto.
Aquel accidente se llevó a mi ombligo y quemaba ahí tan sordamente bajo mi ombligo, que aún siento la brasa y mira que perdí la memoria alguna que otra vez. Para mujeres y hombres tejiendo nuestro capullo por la metamorfosis del ombligo perdido, nada vuelve a ser como antes. Cual huella digital, nuestro ombligo es único e irrepetible: la huella digital única por delatarnos, nuestro ombligo único por defendernos a capa y espada, tengamos o no la razón. Hilaba aquel capullo cual crisálida errante, por un Tepoztlán en pleno 20 de Noviembre y su Municipalidad cerrada (por aquel puente en fin de semana), con el cuerpo de Line y todo el cortejo a medio camino desde México, cuando una voz se acercó para saludarme: - Hola Don, ¡qué milagro, por fin te acuerdas de los amigos! ¿A qué se debe tu visita? - Vine al papeleo para cumplir el último deseo de mi madre - Mi más sincero pésame, Don ¿cuál fué su voluntad? - Descansar en Tepoztlán entre sus flores, vivir acá fueron sus únicos momentos de paz, sin problemas. Pero la Alcaldía estará cerrada todo el fin de semana. - No te despreocupes pinche Güero (Rubio, en mexicano) tú deposítala en el camposanto y cúmplase su voluntad. Pasando el puente haremos el papeleo: ahora soy el Presidente Municipal y así lo decido. Cuando yo no era nadie, te paraste para arrancar mi Vochito y ni cobraste: ¡ésta te la debo, Don! De contraste total a las actitudes federales: en México un extranjero NO se puede enterrar hasta estar plenamente identificado. Line perdió el pasaporte, las tarjetas y su bolso entero junto con la Vida en aquel accidente. Mas todo se arregla en México con una sonrisa y NADA, nada hace reir tanto a los poderosos como bajarnos descaradamente nuestro dinerito: porque somos carne de cañón y porque carecen de ombligo. Durante la misa de rigor antes de cortejarla hasta el camposanto, descendió un rayo amarillo desde el vitral de la cúpula hasta el féretro violeta de Line, iluminando las flores amarillas que tanto le gustaban, ahí frente al altar. Como los que nunca la conocieron, el cura era todo alabanzas y buenaventuras (antes de pasar la bandeja, claro), negocio que le interrumpió tan bruscamente aquella luz que hasta el nombre se le borró: - ... y lo buena que era nuestra hermana ..? - tosió, presidiendo un silencio sepulcral cual antes de sepultar. - ... y lo BUENA que era ¿ NUESTRA HERMANA ..? - más tosidos, encabezando otro santo silencio angustioso a ojos desorbitados, mientras por allá atrás apenas sopló un suspiroso: - ...line. - ... y tan BUENA que era ¿¿ NUESTRA HERMANA ..?? - - ¡¡ LiNE !! - le gritamos estentóreamente de todos lados. Ni mis hermanas ni yo atrevidos a cruzar miradas: hubiéramos soltado carcajadas generales a grito destemplado hasta el día de hoy. De sobra conocíamos su odio hacia los curas... ¡traviesa hasta en la despedida, nuestro ombligo Line! CAMPOSANTO de TEPOZTLÁN
- Fíjense que para llevarla al Cielo, bajaron dos angelitos en un helicóptero - mientras me veían con cara de NoMeTomesElPelo. Paré tras la patrulla para preguntar a los agentes: - ¿Conocían la Señora del VW convertible negro que se accidentó? - Sí, una vez la asistimos para cambiar la banda. - ¿Verdad que dos angelitos negros (color del uniforme de Caminos y Puentes) bajaron en un helicóptero para subirla al Cielo? - ahí notaron que'l VW negro, era de la abuelita de mis acompañantes: sólo nos avisaron a familiares directos. Ver aquellos jóvenes oficiales sonrojarse, tartamudear y contarles a mis querubes cómo se la llevaron volando, fué tan fuera de serie como cuando dijeron a continuación: - Debería pasar a nuestro corralón, saliendo por la carretera libre. El auto tiene reparación y la multa no es tan cara. Sin saber bien cómo seguía hilando aquel capullo, llegué hasta el corralón y vislumbré al auto de Line con la capota abierta, entre otros autos destartalados. La reja sin candado me permitió llegar hasta el convertible y hechar un ojo al interior. Al primer vistazo ni quise reparar ya nada ni volver a verlo nunca más. Un cuidador se acercó a preguntar si era familiar de la dueña. Al confirmarle su sospecha me pidió identificación - no pienso repararlo, lo que vale en éstas condiciones paga la multa del accidente y quedamos a mano - Es que tengo algunas pertenencias de la Señora, las entrego con previa identificación. De una grúa sacó la bolsa perdida de Line con el pasaporte, la cédula migratoria, la cartera con efectivo, la libreta con su cuenta de cheques, varias tarjetas, llaves y otros personales: hasta la plancha llevaba ahí Line. - Si dejo todo en el vehículo lo pierden y dicen que fuí yo. Mejor lo guardo hasta que algún pariente aparezca. No aceptó ningún efectivo, sino la pulcata de rigor acompañando unas garnachas: no quería comer sólo ni aprisa, sino en pleno convivio a luto musical con banda. Mis hijos llegando Tepoztlán, encantados de hacer nuevos amigos contando ‘los Angelitos Negros del Helicóptero Negro del Convertible Negro’ ¿Y su abuelita Line? Bien, gracias: entregada por Allá en el Cielo. Line rumbo al Cielo |
Nexos @nexos:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Bienvenido, pasa y tómate un Cafecito