miércoles, 24 de mayo de 2006

Mitos de la Buena Salud

1. Si caminar y/o pedalear la bicicleta fueraI tan saludable, el Cartero sería inmortal.

2. La Ballena nada durante todo el día, sólo se alimenta con mariscos, únicamente bebe agua y sin embargo, está re-gorda.

3. El Conejo corre y salta, pero nada más vive 15 años.

4. La Tortuga que ni corre ni hace gran cosa, vive durante 450 años.

¿Y aún sí me quieren hacer creer que el ejercicio es saludable?

9 comentarios:

  1. Una enfermera entra al Banco, exhausta por terminar un turno de 12 horas sin parar. Saca un termómetro rectal de su bolsa para escribir un cheque. Cuando se dá cuenta del error le dice al desorbitado cajero:

    "Coño, que el culo de algún paciente se quedó con mi pluma!"

    ResponderBorrar
  2. Jorge estaba de compras cuando se encontró con Kevin saliendo de la joyería. Kevin vió que Jorge levaba un paquetito envuelto para regalo en su mano.

    "¿Qué compraste?" - preguntó

    "Ya que preguntas - contestó Jorge - mañana es nuestro Aniversario de Boda. Cuando le pregunté a mi mujer qué deseaba para nuestro día especial, me contestó que cualquier cosa con muchos diamantes."

    "¿Y qué le conseguiste?" - dice Kevin intrigado.

    Jorge responde - "Le compré una baraja".

    ResponderBorrar
  3. Tengo un amigo que siempre corre para atrás.Le pregunté por que y me dijo que es una nueva técnica para fortalecer los músculos de los nalgas. Yo le pregunté que si corro para adelante se me fortalecerá el músculo masculino?

    ResponderBorrar
  4. Fíjate que la ventaja de hacer ejercicio todos los días, es que te mueres en excelente estado de salud.

    ResponderBorrar
  5. Entonces, ¿porqué te mueres? La muerte viene por desgaste (se acabó la salud y deja de funcionar), enfermedad o accidente (asesinato).

    Entre los que han vivido más de 90 años en mi familia, hay de todo: mi padre "el General" jamás se ejercitó en su vida y vivió la mayor parte de su vida en grandes urbes. Su niñez fué en Suiza por anémico. Necesitaba el aire de montaña y la comida casera (durante la Gran Guerra ó 1ª Guerra Mundial).

    Mi tío-abuelo Pablo (de Bélgica) a sus 92 años me enseño a pescar saltando conmigo (de 6 años entonces) entre las piedras del río en Pamplona. Fué campesino toda su vida, casado con su granja de peras, trigo, vacas y etcéteras. Casi nunca iba a las grandes urbes.

    Yo apenitas estoy llegando a los 70 para el año entrante, en excelente estado de salud, como de todo y no subo un gramo con mis excesos gastronómicos (astronómicos!). No me gustan las grandes urbes y voy de vez en cada año cuando mucho.

    Todo depende realmente de dé qué tan content@ estás con tu vida actual, olvidar los malos ratos (o mejor ¡no recordar nada!) y recordar los mejores momentos sin rencores, reír todos los días (preferentemente de uno mismo), frecuentar las amistades (cuando menos por internet), saber esfumarse de la familia cuando hace falta para evitar roces. Lo más importante es ser sincero consigo mism@, hacer lo que dicta el corazón. La vida se encarga de los enemigos, son humanos de pacotilla: nunca les dés importancia.

    Todos los días paseo con Iván pues necesita darse vuelo, vamos al campo o a la montaña una vez por semana. Como preferentemente lo que guiso ó en la calle y mercaditos pueblerinos, con chile en la comida (no mucho), importante para mi salud comer carne roja. Con vino o cerveza, a veces bastante mezcal sólo, ron o vodka en las rocas. Café hasta nueva órden todas las mañanas y ya no fumo. Desde que ando descalzo o en sandalias (ya no uso zapatos desde hace más de 20 años) me olvidé de cararros, gripas y males de estómago.

    Un beso longevo!

    ResponderBorrar
  6. Buen consejo, aunque en casa siempre ando descalza, y catarros no me dan muchos.
    Mal de estómago sí me ha atacado en estos días, y me he sentido bastante mal, y he podido comprobar que cuando hay salud, no importa la edad que tengas, es la mayor riqueza que podemos tener, sin ella no vales nada, aunque seas millonario.

    ResponderBorrar

Bienvenido, pasa y tómate un Cafecito