martes, 2 de octubre de 2007

Iztaccíhuatl y Popocatépetl


En la mitología azteca , Iztaccíhuatl fue una princesa que se enamoró de uno de los guerreros de su padre. Su padre envió a su amor a una batalla al Estado de Oaxaca , prometiéndole entregarle a su hija si éste regresaba victorioso, lo que su padre daba por imposible. Un pretendiente de Iztaccíhuatl le dijo a ésta que su guerrero amado había muerto en batalla y logró convencerla de casarse con él.

El guerrero regresó victorioso; Iztaccíhuatl, que ya se había entregado al pretendiente y ante la imposibilidad de darle su pureza a su amor, se mató con el consecuente suicidio de su amor. Debido a el gran amor entre ellos, los dioses los convirtieron en inmensas montañas alrededor del Valle de México; los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, para que eternamente estuvieran juntos recordándole a todos su gran amor.

Es por eso que la montaña Iztaccíhuatl tiene la forma de una mujer al cual se le puso el pseudónimo de la mujer dormida y el Popocatépetl es el vigia, o la persona que la vigila a lo lejos guardando su furia dormida, la cual explotará algún día cuando el volcán haga erupción.

  • Con ésta historia y a plena madrugada, ya me puse Romántico a moco tendido ... menos mal que mi Amo y Señor Soloco, el Lobo que me adoptó, me acompaña fielmente.
  • Ahora les pongo yo, que tantas veces me quisieron enterrar los matasanos y que el Rayo encontró algún que otro día, ésta Mitología del Volcán.
  • Vá en honor a mi Compadre don Lucio Campos, Granicero y Curandero de profesión (tiempero dicen los eruditos ... que todo saben y nada conocen) y gran Amigo de Corazón: nos dejó el año pasado un vacío tal, que sólo su recuerdo lo puede ir llenando ...

Mitología acerca del volcán

El Volcán, durante el tiempo Prehispánico , era una deidad azteca dedicándose un culto exclusivo a la entidad. Hoy día el culto sobrevive en forma minoritaria o simbólica; los guardianes del volcán son llamados graniceros (o tiemperos del volcán Popocatépetl), quienes se refieren a él como Don Goyo o Serafín, personificándolo en un indígena.

Éstos son un grupo de pobladores de las comunidades asentadas en las faldas del volcán que aseguran poder comunicarse con él tras haberse iniciado al haber sufrido una experiencia cercana a la muerte, tal como la caída de un rayo o el padecimiento de una enfermedad terminal.

Los graniceros celebran ritos en los santuarios consagrados a Popocatépetl, aquéllos que se encuentran ubicados en las cañadas y zonas boscosas de las faldas del volcán, para solicitar la bendición de la lluvia así como la protección del Dios frente al granizo para sus cosechas.

Mitológicamente hablando, el Dios Tezcatlipoca (espejo huemeante), está falto de uno de sus pies. Para poder caminar se coloca una prótesis que tiene forma de jaguar. El pie de Tezcatlipoca es por lo tanto el hueso que se encuentra activo en el volcán.
Jean el Cuentero

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