"Pero qué padre lugar para vivir tienes"- decía la Canica, sentadita encima de la cama juntito a mí -"Y qué gusto me dá que tus hijos estén casados por cariño. Recuerdo cuán inquietos eran de chicos, cuando venían contigo para el fin de semana, a mi casa en Tepoz." donde Jean se cayó con todo y bici dentro de la piscina, por andar traveseando a lo loco con los sobrinos de la Canica. Tenían entonces entre 8 y 10 años. Seguimos recordando aquellos tiempos, aquellos amigos. Como aquel día que nos acompañó Roberto a volar los avioncitos de Radio Control con los niños, allá por el campo ése de Fút tan afuera del Tepoztlán d'entonces. Repentinamente unos gritos femeninos llenos de histeria, interrumpieron nuestra concentración para arrancar los motorcitos de gasolina, flipando la hélice arriesgando un dedo. "¡Míralos! ¡Pero míralos! Ni me hacen caso...parecen chiquitos, ahí con sus avioncitos para tarados, haciéndose los sordos. Y una acá esperándolos en la casa SOLA, sin aviso ni noticias ni desayuno. Sí, les estoy hablando, no se hagan" - nos espetaba la voz aguda de austríaca novia del tal Roberto, que ni se daba por aludido. Como que yá lo tenía harto...mientras, le murmurábamos entre nosotros - "Ya llévatela a la cama, no seas tan desgraciado. Está guapetona la histérica...¿Dónde te encuentras tales numeritos, Robertico? ¡Dale p'al gasto, no mames!" Después de murmurar un - "Ya me tiene hasta la mami" - se la llevó el Roberto. También nos acordamos de Estelle y Horace (Estél y Horáz, aunque era Jóras realmente...ella francesita hiperactiva y él gringo adinerado ahuevonado) una pareja tan moderna ... para no traumar la libertad de sus infantes (de cuatro años su niña y un bebecito reciente) no tenían cerraduras dentro de su casa. Una casa sensacional, con una piscina de azulejo Azul tan oscuro, que parecía llena de petróleo. Claro, cuando algún cuerpo femenino se desnudaba para nadar (ventajas que tiene la modernidad y consecuente peligro de quedarse tuerto) se veía sensacional ... parecía que flotataba en el espacio sideral. El día que nos invitaron por primera vez, fuí al baño después de comer opíparamente. Estelle guisaba CASI tan bien como la Canica (dije 'Casi'; conste!). Y el vino tinto que trajeron desde California (cortesía de Horace) nos sorprendió gratamente por ser excelente. Estaba yo meditando allá, solito y encerrado en el baño chico, con su puerta justo frente a mi...trono. De repente abre dicha puerta la niña, se queda viendo entre mis piernas (de tal sorpresa, ni pude cerrarlas a tiempo) y me dijo - " Mi papá lo tiene más grande" y asomándose más de cerca - "¿De qué color haces tu K.K.? Mira que huele más feo que la de mi hermanito" Alcancé a articular (a pesar de mi boca tan seca en pasmo) tratando de mostrar indiferencia 'para no traumarla' - "Creo que te están llamando para probar el pastel" - y la precoz chamaquita dejó de curiosear mis intimidades. Cuando llegué a la mesa por un trago de Vodka en las rocas para remojar mi reseco gañote, Estelle platicaba: "··· cuando regresé con pañales limpios, no sólo mi niña cuidaba a su hermanito, sino que lo entretenía chupando su pajarito. ¡Ja, ja, já!" - reía tan francesamente. Digo, ni la Canica ni yo somos mojigatos ni mucho menos...pero sentíamos que hasta la modernidad, debe tener ciertos límites. Mira que modernidad excesiva, me provoca extreñimientos... Con tales gastronómicos recuerdos, dejé a la Canica jugando con Iván, viendo la TV por Satélite (una película de guerra, "la Sortija" de Danielle Steel; curiosamente muy buena historia, con Natashja Kinsky) y bajé a preparar unos huevos con papas,cebolla, y un café contra el frío. Digo, era 2 de Noviembre y las madrugadas son frías acá en Sta. María. Subí todo en bandeja y seguimos nuestra conversación. "Está bonita la casa que construyó Vicky, de veras tu familia es excelente." - Le contesté, - "La familia es trabajo de Vicky, mira que yo soy más bien pata de perro." "Pues ahora veo las cosas tan diferente" - decía la Canica. - "La madre Vida y el padre Tiempo nos dan la mejor perspectiva en todo" - le respondí. A lo que me dijo - "Ahora entiendo perfectamente cómo fué que se atravesó la Negra entre nuestras vidas; no debí de irme a París sin tí...cuando regresé a decírtelo, ya vivías con la Negra. Me arrepentí mucho" "En la Navidad anterior, por la misma causa se me atravesó Rossana de Nápoli" - dije (y qué pastas, qué panetone, qué...bárbara; pensé) Me miró la Canica con sus ojos tan verdes, muy enormes - "De Rossana no supe...ahora entiendo tus 'ocupaciones' todos ésos fines de semana..." Y así nuestras confidencias, de gentes que se aman más allá de relaciones, de distancias, del no verse... Desperté vestido encima de mi cama; la Canica ya se había ido. Me extrañó cómo abrió la reja...Vicky andaba viajando por Europa (posiblemente visitando a María en Granada) y mis hijos estaban de viaje...e Iván, ¡aún no abre candados! Bajando a la cocina ví los trastes, la cafetera y el sartén limpios. ¡Siempre tan ama de casa la Canica! Fueron cuatro años de risas por algo...su carácter es sensacional. Y hasta la ví más guapa anoche; éso que es un poquito mayor que yo...tragaños la nena. Aunque me intrigaba algo no recordar a qué horas le abrí la reja... Decidí llevarme Iván a Tepoztlán, para visitar al Panteón donde trabaja Line como minera, desde aquel año '80. Por el camino, estaba nuestro Otoño desatado. El Sol esplendoroso en nuestra segunda Primavera, tan diferente al Otoño de paises más nórdicos. Las flores de campo se ponen tan contentas en ésta época, con el Volcán vigilando todo nuestro valle morelense...entrando a Tepoz, paré con los amigos del 'Abrevadero de los Dinosaurios' (los Arcos del mercado, donde toreamos a la Polecía cerveza en mano). En cuanto me vieron, dijeron - "¡Ni te imaginas de dónde acabamos de venir! De acá abajo, del Panteón...acabamos de despedir a tu antigua novia, aquella Canica hermana del 'Chido', se murió anoche." - "Sí, tan propia y puntual ella; tenía que morirse para Día de Muertos, la condenada Canica" - les respondí, sin poder decir más... En vez de cerveza fueron con Mezcal ésos brindis pá despedirla ...los huecos que dejan los Muertos los íbamos llenando con recuerdos al brindis, muy poco a poco... mientras, el tal Iván retozaba feliz de regresar a Tepoztlán. Francamente, la Canica y yo platicamos muy a gusto y me encantó que viniera a despedirse. Noviembre del 2009 |
lunes, 2 de noviembre de 2009
la Visita (2009)
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Contado con el corazón. Leído de igual manera. Gracias por las emociones.
ResponderBorrarUn beso.
Requiem in pace la Canica, ya has hablado con el mismo cariño y entusiasmo de ella en otras contaderas. El nombre de tu furgona es Canica también ¿no?.
ResponderBorrarOtro beso.
Espacios dificiles de llenar . . . y pensamientos y recuerdos que insisten en hacerlos mas grandes a veces . . .
ResponderBorrarGracias por tus momentos
ResponderBorrar...es laPerica, mi Capitana de Temible des-memoria...
ResponderBorrarSolo darte las gracias por compartir algo tan tuyo.
ResponderBorrarinsertAudioReply('donyanlu:video:34','upload-donyanlu-34','');
ResponderBorrarGracias Albydiner, por éstas frases; un abrazo!
ResponderBorrarAlby, tu tienes una voz de locutor que no puedes con ella, qué voz mijo!
ResponderBorrarGracias por este recuerdo. Me alegra que la Canica se haya ido en paz contigo :-)
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