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domingo, 6 de agosto de 2017

LAS RAíCES DEL CAZAHUATE

PREÁMBULO

 Con la clausura del Multiplyca naiden detuvimos al pasado, nos desperdigó. Tanto haber publicado por años y de repente, aquel presente nos dió una cachetada como patada n'el cu.. digo: ¡¡n'el glúteo!! Lo peor sería repostear de aquellas jaurías, azañas irrepetibles que ya fueron.


 Soloco Lobo Audaz (el último lobo que me adoptó: vino del monte herido, desgarrada la piel de cuello y cabeza, como si una trampa destrozó su manto al soltarse) trepó la reja con 2 mt. de altura para entrar a la Hacienda y cuando lo ví escondido ahí abajo de los sillones afuera del consultorio de Vicky, miró profundamente mis intenciones por si le tenía miedo o aversión. Sostuve su mirada sin retarlo ofreciéndole agua (aquello de la hidrofobia, no vaya a ser) y nació ése cariño tan ilógico y sensacional de a primera vista, como todos los bichos que me adoptan. Tomó el puesto de copiloto en mi Perica Verde (Combi VW).

 Pasados 6 años en camaradería, la vida de Soloco por ésta Ribera llegaba a su término; luchó para seguir acá ¿cómo iva a abandonarme en éste mundo cruel? Acostadito sobre mi muslo en la alfombra de mi recámara, ni podía comer apenas beber, lo ayudaba al jardín para hacer sus cositas. Dos días pasaron con 500 noches cada uno, cuando dialogué con Soloco que descansara, que en la otra Ribera lo necesitaría como guía, que pronto me reuniría con él (con 72 años me faltan otros 20 a lo más) y mirando mis pupilas como aquél primer día, suspirando profundamente se relajó al fin mientras sus ojitos (¡y los míos, joer!) se opacaban, sin dejar ninguna cosita desagradable sobre l'alfombra ¡¡elegante hasta su última morada el Lobo Galán!!


 Enterré a Soloco Lobo Audaz entre las raíces de nuestro Cazahuate, junto a Sique la Rodesiana su última pareja. Todas las mañanas de 8 a 12, Blancanieve nuestra gatita enamorada del gran Lobo Audaz, miraba la tumba abajo del Cazahuate, escuchando el canto de calandrias y cenzontles en concierto con loros en batahola (ya ven cuán escandalosos son) y maullaba su ausencia cuando me sentaba ahí juntito a compartir nuestro duelo. Durante meses escuché trotar a Soloco tras de mí por el pasillo de arriba y al llegar a mi recámara, Blancanieve le ronroneaba: sus ojos de gata veían mejor que atrofiados ojos humanos por tanta luz eléctrica.

 Meses después, José Luis me invitó al hotel Arcoiris en el avión paracaidista, desde Cuautla a Puerto Escondido y acepté. Ese mero día una turbina del avión perdió potencia y viaje cancelado. La Perica sugirió que ahogáramos nuestras penas en el Abrevadero de los Dinosaurios (hoy desaparecido: ahora Tepoztlán es Pueblo Mágico ..¡¡para turi$ta$!!.. sin Graniceros ni curanderos: puro charlatán que parla el "nama$té" vestido de hindú) y p’allá juimos, trocando Mares por Montañas. Ya anochecía cuando me avisaron de un Labrador Negro abandonado por el Mercado, con tamaño de mastín napolitano y servía como nana y caballito para todos los nenes: le decían Popeye.


 Comíamos tacos del quiosco con otros dinosaurios cuando llegando el monstruoso bicho me miró, la Perica abrió su corrediza y subió al puesto del copiloto hasta la Hacienda, tranquilo y encantado con el viaje. Lo llamé Iván el Terrible (en honor a mi Capitana la Terrible) y Soloco dejó de seguirme por el pasillo hasta mi recámara, contento y libre de galopar explorando la Otra Ribera sin más pendientes ya por ésta. Blancanieve dejó de visitar al Cazahuate y como la Perica, ambas enamoradas de Iván.

 Cuatro años después, migró Iván a la Otra Ribera y también reside en las raíces del Cazahuate. Mi vet (los lobos tenemos veterinario) trató de mantener a Iván por acá, mas cuando llega mi Morena Hada Ángela a trabajar, no es para oir mis historias y descansar un poco nada más. Mi vet recién había operado y desparasitado a una Cherry Golden Retriever que buscaba hogar. A los dos días un telefonazo y que me esperaba la Golden llamada Cleopatra, en su consultorio veterinario para conocerme. Al momento que llegué pensando que nadie ni nada reemplazaría a mi camarada Iván, Cleopatra se acercó para darme la patita y mirarme profundamente con cara huérfana. Cosió mi roto corazón que la Perica abriera la corrediza y Cleopatra ocupara el puesto de copiloto. La Hacienda nos recibió a flores abiertas con aves gorjeadoras.


 BlancaNieve fué la primera gatita entre tres, que adoptó a Cleopatra. Dejó de visitar la tumba de Iván cada mañana, de 8 a 12, la doblemente viuda. Las otras gatitas siguieron su ejemplo y de nueva cuenta en Hacienda Armonía somos jauría feliz. Hace poco, un cáncer se llevó a Blancanieves hacia la Otra Ribera. Reside abajo del Cazahuate con Sique, Soloco, Iván y varios, varios gatitos más.

EPíLOGO


  José Luis también navegó hacia la Otra Ribera: no le tocó entierro abajo del Cazahuate sino estar en mi corazón ¡condenado Mazo!


 Repetir pasados que ya fueron en éste presente con nuevos cánidos, otros felinos y hasta arácnidos de varias generaciones después, es tan nada fácil porque invade la incongruencia.

 Exporté a Blogger más de 200 entradas del Multiplyca y 60 resultaron en presente actual, nada más. Mi computadora más moderna y más rápida, herencia de Álex m'hijo, permite narrar más y más novedades actuales. Empecé a escribir con "la Pavilion del General" de 1997 y sigo escribiendo con "la Pavilion del Chef" Álex, de 2006 (y ahora, en la "Notebook de 2016" que me regaló la Navidad pasada). Entre pabellones usados los años volando ván, actualizando al eternamente fugaz Presente. Total, si a la memoria se la llevó el Rayo, ¿acaso era mía?

domingo, 18 de enero de 2015

18 de Enero, 2015 - Apagando los Cazahuates Encienden las Jacarandas


Desde el maratón Guadalupe-Reyes, convivimos con nueras Min y Wenndy e hijos Jean y Álex, regularmente. Además de estimular al sentido del humor, le crea recuerdos al corazón. Álex (el Chef) encontró dónde hacen aquél pastel que hacía Line (mi madre) y que no había vuelto a probar ni a encontrar más, desde que Line cambió la Repostería por la Minería, hace ya 35 años.

Álex preparó como primer plato el MEJOR BiFTEC TARTAR de mi Vida, desde que lo preparaba Line allá en Madrid (hace 60 años ). Fué la primera carne terrestre -ya comía salmonete de río- que pude digerir, terminando aquellos años a puro arroz blanco (desayuno-comida-cena acompañado con tés horribles) para cicatrizar mi sistema digestivo. Pero Line usaba el "viejo truco" de hacerlo con carne de caballo como originalmente debería prepararse. Y por acá, sólo hay ganado vacuno para surtirnos carne roja.

El mejor Tartar es de Álex (por ser de ahorita), por estar igual (ni mejor-ni pior, la neta) que'l Tartar de Line, aunque sin encontrar carne de equino. No sé qué truco pero espero que se repita: con carne de caballo ¡hasta Line pedía la receta de Álex! me cae. También debo felicitar a nuestro carnicero local, porque decidió qué carne sería mejor para ésta empresa cumpleañera. Con una chimenea de barro por la noche y un jardín verde por el día, como tantas otras veces desde mi niñez mi adolescencia y mi juventud, afloraron un verdadero caudal de convivio tras convivio, una larga cadena de tertulias en cotidianidad familiar.

Comencé Mi DESTiNO EN CHEVREUSE, escapando al bosque para alimentar perritos (de Lobos). Comíamos carne de caballo-(de tiro) y fresas silvestres machacadas sobre rebanadas de pan casero, junto a la chimenea de piedra. En aquella finca, mi hermana mayor y Line hacían diariamente el establo, surtían leña y agua, ayudando al par de ancianos que me enseñaron a ver la Vida, al adoptarme como nieto durante mis primeros 5 años.

En Alpes, no sólo con la chimenea de barro sino la pared del jardín era igualmente verde y con bosque en la barranca, comiendo algunos Príncipe Alberto, a veces una tártara anque de res y las mismas fresas machacadas sobre muy buena baguette, ya sea en familia o entre amigos cercanos (antes de irnos al Tizoncito por 33 tacos ¡qué apetito!). Eran convivios agradablemente intemporales y cotidianos.

Nada como éste fin de semana con toda nuestra familia inmediata. Éste Presente ¡¡Sí es regalo y no mamadas de la Casa Blanca!! De día, apagando los Cazahuates encienden las Jacarandas y de noche, encienden la chimenea apagando los fríos. Bebiendo y comiendo, la vida es más sabrosa. Son 72 AÑOS que vale la pena vivirlos como éste "Finde" que a tantos y tantos otros resucitó...anque no sean sólidos ni visibles, también les gustan los sabores colores aromas y tertulias: son nuestros Recuerdos.

Hasta mi compadre Lucio ayudó con las rajas de leña...cuarenta años hace que después del Temazcal, desayunamos frente al Tlecuil y al fondo, entre las costaneras de su cabaña del bosque, el Popocatéptl tapaba la salida del Sol. Al fijarme en los camarones(gambas) fritos tan sabrosos que desayunaba, noté que eran chapulines(saltamontes)...


...a ver si así se me quita lo gruñón...

Nexos Anexos:

domingo, 19 de enero de 2014

18 de Enero, 2014 - La Más Mejor Fiesta : ¡Libre! ni Boas ni Sorpresas

Así sencillita entre abusos de bifes y cervezas, derrochando Suerte entre privilegiados cual mi generación reencarnada, masticando gracias y felicitaciones entre "AúnTeVeses como RucoLeve", Olas de Bienvenidos y Gorrones consuetudinarios.

Henchido de orgullo por dos hijos, acompañando al primogénito Hama SoundSystem (Jean) organizador d'este panchangón, oí que contestó en conversación amigable: -"¿Hijos? Ni loco, para nada."- Recordándome aquello de las huvas verdes ... y que'n tal lotería, saqué Gran Familia Chica con Sol mayor: ni supe qué me perdía hasta comenzar a vivirlo. Recibimos su Primer Grito en nuestro hogar, lo más inolvidable entre todo lo inolvidable, para que expresara libremente tanta tontería ya adulto. Así es la juventud hoy día, no queda mas que aguantar vara mientras la Sabia Vida los endereza. Otros en cambio, sufrieron adversidades fatales al iniciar camino.

Sano tutearse entre generaciones, los rebeldes ni distinguimos entre surcos al tiempo que compartimos. La Mejor Sor Presa, abierta tiene la reja ... ¡Libre! ¡Taxi! ¡Ruletero!

miércoles, 23 de mayo de 2012

Algunas veces, la Suerte es triste; las más veces, NO


Como tener la Suerte de estar vivo, sano, trabajando y entero: pero un amigo, un compañero se vá galopando su destino. Sus infinitos buenos recuerdos tardan en no oprimir nuestro pecho, ¿cómo el vacío puede pesar tanto así?

Me refiero a ésos que se cuentan con los dedos. De ésos incondicionales a primera vista, nada comunes y jamás reemplazables. A veces amistades de ése día que valió toda una vida, a veces humanos o a veces mascotas.


Hace nueve años se fué Roberto, el primer amigo así que hice recién llegado a México, entre toda nuestra banda entrañable e incondicional de adolescentes con broncas paternas de comunicación. Unos con complejo de Edipo, jamás dejaron la casa materna ni se casaron tampoco. Otros optaron por parejas del mismo sexo y otros nos casamos a matrimonio fallido, teniendo diferentes parejas pasando el tiempo. Soy el único con familia gracias a Vicky, los demás ya viajaron a la Otra Ribera sin tener tal suerte.

Roberto nunca dejó la casa materna; además de no hablar con nuestro respectivo padre teníamos en común el cariño por nuestras mascotas. Roberto con un perico, una siamesa y tres perros: una Gran Danés, una Airdale Terrier y un Pastor Alemán. Se marchó a la Otra Ribera en la Primavera del 2003 y sin despedirse como suele ser costumbre. El hueco que dejó Roberto está ahora lleno de contento, porque en la Otra Ribera galopan el Balú, la Psique, el Soloco y el Iván.

Gracias a Iván Labrador tengo la Suerte de estar triste, gracias a Roberto tengo la Suerte de que Allá él me cuide a Iván Labrador, a Soloco Lobo Audaz, a Psique la Rodesiana, a Balú Pastor Alemán ... sin ser ingrato, mi pecho tiene la Suerte de sentir ése peso de tantos vacíos, ésos tizones que no se pueden apagar ni con las aguas de un río. Ni con toda la Mar Salá.

Lo mismo sucede con mis amistades que vuelan: desde una Hurraca Azul silvestre nacida en cautiverio, que me adoptó ésa Navidad allá en Puerto Escondido, hasta humanos que pilotean aviones y alguno me salvó la vida en una ocasión. Todos sin despedirse como siempre suele ser cuando pasa. Repasando mi Blog de Vuelo, pareciera blog de pompas fúnebres:
No tan sólo las mascotas vivas necesitan cariño: las máquinas, aunque no piensan ni deciden autónomamente, son una extensión de nuestro cuerpo. Un avión nos añade alas y sentimos el aire  (nos comunicamos) a través de sus controles; un auto nos dá ruedas y velocidad para movernos a grandes distancias. Tienen, como todo aquello con movimiento armónico, un espíritu de duende, un espíritu travieso. Seguro saben de gente que estima su auto y éste se queda sin gasolina frente a la gasolinera, o se descompone junto al taller de reparación. En cambio cuando no quieres un vehículo, te deja sin agua a medio desierto. La afinación de un vehículo es para reponer las partes desgastadas y para armonizar el trabajo de su conjunto. La armonía, sintonización o tuning, llevada al extremo en las carreras, es lo que permite su duración trabajando. Claro, cuando se venden o se destruyen en un accidente, no nos dejan ése hueco del ser vivo para nada.

Las más veces, la Suerte es alegre. El Vet de Iván, nos regaló una Golden encontrada en la calle hace una semana, ya desparasitada y esterilizada. Tiene nueve meses y se llama Cleopatra, apenas empezó a trabajar de guardiana de la Hacienda, pero ya avisa cuando entra alguien que no conoce. Traviesa y en la edad de la punzada, madurará entre los dos y tres años de edad. También le encanta el agua, la voy a bañar mañana para cepillarla después. Su pelo es un poco más largo que'l de Iván y de color dorado tostado. Iván era Labrador Retriever y Cleo es Golden Retriever; los dos para recobrar las presas de cacería. Los pobres gatitos son los que andan bien fuera de onda, no dejan las alturas en columnas y techos de la Hacienda. Ya no durmieron en mi cuarto anoche. Primeras fotos de Cleo:

martes, 18 de enero de 2011

la Suerte, es otra Boa

Éste cumple, mi 68·avo con éste cuerpo, me remonta a lo que pongo y lo que no pongo en éste blog. Podría concluir que me gusta lo positivo y pongo mis mejores recuerdos, pero ··· ¿no será para parecer ser mejor, ná más?

Me puso a pensar el comentario de Marta (sí, la mismita Marta con quien fuí pesado sin querer queriendo) acerca de mi suerte con la Perica en Fuga. Puse ahí, que mi Suerte es inmerecida. No sigue ni dictados de justicia, ni a los "buenos", ni a los que "la merecen" tampoco. Y veo, repasando ésa cadena de errores que es mi vida, que no sé por dónde quedaron mis pocos aciertos, porque más bien fueron "pura Suerte". Mis errores fueron porque así los decidí: pero ¿valen mis aciertos, aunque sean por equivocación? Sí; creí estar regando el tepache cuando hice algo acertado. Fué "pura Suerte" o por accidente que no me equivocara. Nunca premedité hacer algo para ganarme el Cielo, ni el Walhalla, ni mucho menos para mejorar mi Karma ¡NO! (al Cielo le tengo HORROR! No iría ni aunque me paguen!)

Segurito no entienden a qué me refiero. Pongo dos ejemplos (hay algunas cosas, las más jugosas y escandalosas, amén de ilegales, que no las cito porque involucran o afectan a otros vivos que respeto).
  1. Mi primer ejemplo, en éste siglo XXI de nuestro Candelario:
    • Acá en Santa María el agua viene de un venero del bosque. La administra el pueblo, afuera del Sistema de Agua (no) Potable de Cuernabalas. Los vecinos tuvimos que pagar nuestros tubos para que llegara hasta nuestros hogares. Hay una toma principal de donde salen todos nuestros tubos. Cada uno los destapa y repara bajo su responsabilidad. La mayoría de mis vecinos son excitadinos que se sienten "superiores a los ignorantes del pueblo".

      Llegando la Navidad y siendo una comunidad tradicionalmente campesina, la gente se pone a vender flores navideñas al bordo de la carretera a México, por donde llegan los vacacionistas de la capìtal. Siendo la carretera "tierra de nadie" (propiedad federal) las autoridades se hacen de la vista gorda. Las flores, como todas las plantas, necesitan agua. Lo más práctico para ellos fué conectar una manguera a nuestra toma de agua. Total, son familiares de los habitantes del pueblo.

      Tocan mis vecinos, para que me una a su protesta por abuso del uso de "nuestra" agua en "nuestra" toma. (digo, el agua se la estamos robando al bosque, asegún yo. Pero me callo y los acompaño). Y llego a un follón entre privilegiados llorones y locales enojados. Todos vivimos aquí, en Santa María (madre de Dios: ¡ciudad de Dios!). El alcalde, viendo (como yo) que el agarrón apenas empieza, nos dice ponciopilatosamente:

      -"Bueno, cuando se pongan de acuerdo, yo firmo. Ustedes son los que deciden."- Inmediatamente, viendo en mi mente la de meses de trámites, firmas, papeleos y lo culeros que son mis vecinos que luego nunca están, o sea por flojo y comodino le digo al Alcalde:

      -"Ya estamos de acuerdo. ¿Cuantos son ustedes vendiendo plantas?"- y contamos unos 25 puestitos. Nosotros no legábamos ni a 10 gentes: no sólo nos podían quitar el agua, sino hasta partir la madre si nos poníamos roñosos. En total éramos 35, y el oponente era UN sólo Alcalde que se lavaba las manos: el mismito que les conectó la manguera a nuestra toma, no necesito ser adivino!

      -"Somos 35 gentes que necesitamos el agua en ésta zona. Así que vamos a firmar todos AHORA."- Y tuvieron agua para sus plantas aquellos que no pusieron ni un tubo. Ése año, fué el primer año que tuvimos suficiente agua en la seca, sin necesidad de pagar camiones pipas cada semana por dos meses. Ahora se pusieron ahí: el que parcha llantas, el que viste asientos de coche, el de los vidrios, el de la tlapalería ··· se volvió una zonita comercial local, que todos usamos. Me dan descuento e invitan cerveza cuando es finde. Creo que todos salimos ganando, sobre todo en cuanto a la convivencia.

      Mis vecinos jamás volvieron a tocar a mi puerta, ni me ablan ni saludan ni nada. Se sintieron trahicionados como todo buen privilegiado culero (en México los llamamos "Catrines"). Perdí menos de 10 personas y gané más de 25 familias ··· "por pura Suerte!"
  2. Mi segundo ejemplo, en el siglo PASADO de nuestro Candelario:
    • Acabando de pintar de rojo mi Bula Matari, pasé a recoger mi pareja d'entonces a casa de la Suegrita. Me recibió preguntando:

      -"¿Me prestarías tu Safari mañana temprano?"- oyéndome responder -"Claro, Suegrita. Con todo y piloto, o sea yo!"- quedando en estar ahí a las 6 de la mañana. Llegó mi pareja y nos despedimos. Al día siguiente, llegando a casa de la Suegrita subimos una carretilla, picos y palas junto con tres peones. Nos fuimos a su terreno tomado por "paracaidistas" (invasores de terrenos no habitados), ella en una patrulla del Estado. Afuera del terreno, en la parte baja junto a un muro, nos esperaban más patrullas y camionetas. Bula Matari parecía jeep de bomberos con ése rojo y en ésa compañía.

      Las siete de la mañana y al unísono peones, policías, cuñados y yo entramos al terreno, con carretillas, picos, palas, barretas: nuestro equipo de construcción empezó la demolición de modestas casas de tabique, a machete cortaron las milpas, empezando a subir todo a las camionetas pick-up. No podía creer lo que estábamos haciendo: las veces que fuí con mi pareja para negociar el terreno, era para que se confiaran y saber el horario de los hombres que trabajaban en la ciudad, para darles éste artero golpe a trahición. ¡Nunca hubo intención de negociar!

      Mientras más destruíamos, me iba sintiendo de peor en peor. Con el pretexto de "la Suerte está echada" me dejaba llevar por ésa vorágine, incapaz de nadar contra tal corriente destructiva. Iban y venían las carretillas con material de los muros, salían viejitas y niños de casas en plena demolición, viendo sus milpas aplastadas por los suelos.  En mi pensamiento repasaba cómo éstas gentes me recibían en sus pueblitos, su trato tan generoso, los convivios, el nacimiento de mis hijos en sus manos receptoras ··· tan contrario a lo que  estaba haciendo acá.

      Los uniformes eran los más amenazadores, poniendo las manos en sus armas para amedrentar al que osara decir un pío. Órdenes y radios se escuchaban entre los golpes de la destrucción. Estaba subiendo unos bloques a mi carretilla, cuando se sentó encima una loca embarazada con 8 meses y medio ,gritando:

      -¡Pégame! Anda, ¡pégame! que sólo así me voy a bajar de acá"- mientras el Jefe de Policía del Estado, en uniforme de gala (qué ironía, ir ahí de gala) con el walkie talkie en la oreja, me gritaba: -"¡Pégale, pégale! Nosotros te apoyamos"- antes de caer sentado la walkie talkie volando por los aires de mi empujón,  mientras yo pensaba *tu jefa es mi suegra, pendejo. Ordénale pegar a tu chingada madre* y le decía a la loca de mi caretilla:

      -"Qué te voy a andar pegando con ésa panzota que traes, mamacita."- Y ahí dejé la carretilla mientras me retiraba un poco para abarcar todo el panorama. Era desalentador: la de la carretilla me veía con ojos incrédulos, el Jefe de Policía del Estado se sacudía la tierra de su uniforme ya manchado (como su alma) mientras daba diversas órdenes por la recuperada walkie talkie, y le respondían -"¡crác! ··· no hay más apoyo disponible ··· ¡crac!"- mientras se ponía su rostro de amarillo culero, parapetándose tras la Suegrita. Los cuñados ya sin valor, viendo a su mamá sin saber qué hacer.

      Todo se paralizó porque no solté el esperado primer golpe. Mientras reaccionaban, empezaron a llegar camión tras camión con cientos de hombres, familiares de los paracaidistas que atacamos. Nos rodearon, y ahora sí que quiso empezar a negociar la Suegrita. Hasta firmó todo lo necesario bajo el relucir de machetes entre manos ofendidas, de dientes entre sonrisas irónicas, insinuando: *ahora sí, culeros: a ver de qué cuero salen más correas* mientras la Policía del Estado ya ni sus armas tocaban con las manos en alto, de rostro tan lívido como el de su jefe con uniforme de gala tan manchado como su Alma (digo, si acaso tenía).

      Después de la hora más larga del siglo pasado, nos abrieron el paso hacia las patrullas y nuestros vehículos, empezando la retirada todos los uniformados con una celeridad inaudita. Me quedé a lo último mientras llegaban todos los que llevé y a punto de arrancar mi copiloto dijo: -"¡Chin! La carretilla se quedó, me la van a cobrar"- porque era la carretilla que yo dejé con la loca embarazada encima. Le respondí -"Ven conmigo, vamos por tu condenada carretilla"- mientras los demás preguntaban -"¿Piensas regresar ahí?"

      -"¿Ustedes se la van a pagar? ¿No? Pos entonces, ven conmigo"- y nos adentramos al terreno de batalla. Tan ocupados estaban todos recuperando lo suyo que ni nos vieron. Toqué en la puerta donde había dejado la carretilla y salió un tipo enfurecido diciendo -"¿Todavía andan acá?"- pero tras él la loca embarazada decía: -"Dále su carretilla"- y me la pasaron. Mi copiloto opinó -"No es la mía"- y le contesté -"Pues te jodes, que no pienso reclamar más. Les dices que yo te dí ésta y yá"

      "Suerte" teníamos de estar vivos. No quiero ni pensar si el encargado de tirar el primer golpe (el tirar la primera piedra para luego esconder la mano) hubiera sido otro. Nos linchan ··· éste fué el Canto del Cisne para la relación con mi pareja d'entonces, otra ex-pareja más (hasta perdí la cuenta ···) .

martes, 11 de enero de 2011

Otra raya p'al Tigre: ¡vivito y coleando!

Éste pasado Martes 11 mi Perica con Iván Copiloto y yo a bordo, salímos algo temprano rumbo a Buenavista. Nuestra misión, calibrar el embrague del Chevy Luv de nuestro amigo Martín. Una Mariposa Blanca alegremente encabezó nuestro camino por la privada, en forma similar a mis amigas Lechuzas en la Selva. Llegando a la esquina hacia la derecha, bajo por la única salida de la privada y freno la Perica, su direccional derecha flacheando mis intenciones, mirando a través del parabrisas al carril de subida desde Cuernabala; nuestro retrovisor enfocando al carril de bajada desde México, el mero peligroso porque seguido bajan camiones cargados al tope y sin frenos, gracias a la inclinación desmedida de tan estrecha y sinuosa carretera: la libre Cuernabala-México (diseñada para que Maximiliano visitara a la India Bonita en carroza).

Con ambos carriles vacíos, acelero la Perica e invadimos la cinta asfáltica en sentido contrario, cruzando hacia el otro carril ya con vuelo por aquello de los sin frenos. Como a diario venimos haciendo por los últimos 14 años.

Un trailer azul de SEiS EjES (22 ruedas + 2 repuestos) con copete tipo Everest, súbitamente aparecido de la nada velozmente de frente y demasiado cerca, me hizo agradecer a la Vida que para éste brete me acompañaran la Perica e Iván: en equipo continuaríamos nuestra misión descalza allá por los caminos de la Otra Ribera. Instintivamente frené en el carril que invadía para no rebotar contra los del otro carril, sino de retache hacia mi privada vacía. Reflejo condicionado de aquellos rally's juveniles; cuando enfrentas al inminente impacto, lo colocas a modo de minimizar daños sin involucrar otros camaradas.

No sé cómo la mente abarca tanto en una milésima de segundo. Cuando pude desapretar desde los ojos hasta el ano, destrabar quijada quebrantamuelas y desoldar manos del volante con un pié sobre el freno atravesando el piso, pos nomás estaba  ahí el tráiler azul de los Himalayas pegadito con la defensa de la Perica, inmóvil sin rozarla ni  tantito a MEDIO CENTiMETRO de la defensa delantera (1/4 de pulgada, aprox). Iván copiloto sonreía tranquilamente confiando en mi falta de pericia. El piloto del meteórico tráiler retrocedió un poco y pude entrar al otro carril mientras maldecía mi existencia y una colectiva detenía al tráfico de bajada, por ésta vez todos con frenos.

Llegué a "la Pasadita" (tiendita, ultramarinos) con Martín y me invitó un fajo de brandy, para quitar lo verde de mi palidez. Me apliqué a la tarea encomendada con su pick-up Chevy Luv. Así dejé de tener la impactante foto del tráiler grabada a fuego en mis retinas. Por un ratito al menos.

Misión cumplida y regresamos a la Hacienda. Estacioné la Perica e Iván Copiloto me acompañó a cerrar la reja. Regresando junto a la Perica, veo a la Mariposa Blanca posarse en la rama de Bugambilia apoyada sobre la Perica. A la mente acudieron sabias palabras de mi compadre Lucio:

"Las mariposas son mensajeras de los Señores de los Aires, compadre. Mirándolas a contraLuz llegan a la mente las razones de su visita."- Seguidamente me llegó que la Morena trabaja sin descanso, casi carece de amigos y nunca tiene vacaciones; además de cumplir horas extras diariamente sin ningún agradecimiento.

En mi cocina puse café sobre la estufa, dos tazas sobre mi mesa y dos sillas a un lado. La mía viendo al jardín, la otra viendo hacia mí con la resolana del jardín a su espalda. Como me enseñó mi compadre para que me llegara la intención de la visita. Sirviendo ambas tazas, con la mente dí la bienvenida y brindé con ella. Cuando nos sentamos, respondió en la mente:

"Hoy tampoco te toca, querido: aún te necesitan por acá."- Como con cada visita suya, mi corazón se alegró. Los gatos eclipsados (muy sensibles a ciertas visitantas) contrastaban con un tal Iván bien contento ante la Morena. En la mente, agradecí a mi protectora el haberme regalado la Perica 14 años há, el haber guiado a Soloco Lobo Audaz para explorar la Otra Ribera, el guiarme hasta Iván Labrador para adoptarme allá en Tepoz y el haber llegado en tráiler azul con tan hábil piloto -"¿Cansada de volar?"- pregunté con la mente.

"No, más bien me gusta viajar variado."- contestó entre sorbo y sorbo del aroma a café -"Tampoco me llamo Zenaida, aunque tu candelario pederasta diga que hoy celebran su día. Prefiero que me digas Morena, más personal y cariñoso."- Seguimos intercambiando boberías hasta que acabó el aroma de su cafecito y voló la Mariposa Blanca, dejándome más adrenilado que un salto en paracaídas.

Éste pasado Martes 11 tres Arquetipos me ayudaron a seguir posteando por acá mis necedades:
  1. - la Morena que compartió mi café: mi hada Ángela de nacimiento.
  2. - el Piloto (nada de chofer: un operador entrenado ¡con reflejos instantáneos!) que bloqueó sus frenos, subiendo a 80 Km/h.
  3. - el Mecánico que mantiene tan dichosos los frenos.
Cada que salgo al volante de la Perica, me arde la boca del estómago; y cada crucero se vuelve un estudio exhaustivo de mi realidad circundante, antes de avanzar nuevamente. Ni pienso en manejar la Trácker por no dejar a Vicky sin auto. Para mis cosas prefiero caminar con Iván entre nuestra guerra civil; al fin que una bala en mi columna, me enseñó que las balas perdidas son mi especialidad ···





··· dicen por ahí los estudiados, que las cruces de Pericón son supercherías.

··· dice por ahí la Perica, que a mi hada Ángela le gusta su aroma y color.

Fuente:

sábado, 25 de diciembre de 2010

mi Alma es Mexicana: Wirikuta mi Corazón

Chaquira Wixárica
Aquella NocheBuena, mientras nuestra familia curiosa le preguntaban a Vicky y a nuestro amigo José (Marakame Wixárika), sobre la espiritualidad del Jicuri (peyote) y su relación con la filosofía budista, me dejé ir a cierta Primavera allá por 1975, cuando estaba acampando con Scott y Miguel en "Wirikuta" junto a mi Matida McCulloch (Combi Blanca) y les conté:
"Despés de comer cuatro cabezas a cuál de peor sabor, después de filmar con Scott y Miguel el atardecer y las flamas de nuestra hoguera en pleno desierto, después de cenar allá en Wirikuta al pié del Cerro Quemado, me dió por caminar y conocer el desierto nocturno."

"Era una noche clara, llena de estrellas sin Luna. Veía al desierto frente a mí, como si fuera un plato al revés, disponiéndome a llegar caminando hasta su lomo para dominar toda la inmensidad nocturna desde ahí. Mi hombro derecho apuntaba hacia una tormenta con rayos por allá en un horizonte lejano, perfilando a reojo una Sierra del Catorce empequeñecida de tanta distancia."

"Escuchaba las conversaciones entre jaurías de Coyotes, contándose las novedades y que un extraño los visitaba sin portar armas. Todo lo que era sombra, contenía espinas impresionantes. Todo lo claro era el piso desierto, limpio de espinas. Noté unas piedras cúbicas de forma, como carbón en apariencia pero tan duro que no tiznaba, conteniendo vetas blancas.

Recogí algunas muestras y al agacharme, noté escondida entre las sombras espinosas una liebre de grandes orejas anaranjadas que observaba con gran curiosidad mi recolección. Estaba muy tranquila a menos de un metro, sabiéndose protegida entre sus espinosas amigas."

"Encontré unos escarabajos muy similares a los de mi casa en Santiago Tepetlapa. Pero éstos carecían de la tan mal llamada simetría: su lado derecho no era la imágen en el espejo del izquierdo, sino que todo era un dibujo con la misma diagonal, embelleciendo todo el bicho. Notablemente, tampoco encontré serpientes venenosas ni animales pozoñosos."

"A las dos horas de caminar, pensé en regresar a nuestro campamento, tan fácil de localizar por sobresalir el techo de "Matilda McCulloch"
(aquella Combi Blanca) encima de toda la espinuda vegetación. Algunas Maternidades con su bebé (Palma Yuca) en los brazos eran más altas, acachándose un poco para obsevar mi perplejidad por no ver ninguna Combi, ninguna hoguera encendida, ningún rastro del nuestro campamento."

-"El Extraño está perdido, el Perdido está extrañado"- se aullaban las jaurías de Coyotes entre ellos. Una Lechuza me saludó con su estricencia, obligándome a verla por encima de mi hombro izquierdo. La ví recortada sobre los relámpagos de la lejanía. Voló protectoramente sobre mi cabeza, como aquellas amigas de mis Selvas adolescentes. -"Pon los Relámpagos sobre tu hombro derecho, y encontrarás lo que buscas"- llegó entonces a mi mente."

"Caminando mi regreso, noté que el efecto de plato al revés (cuyo domo se alejaba a medida que avanzaba hacia su cúspide) era muy similar a la curvatura marina: nunca se llega ni al borde ni a la cúspide del plato llamado "Non Plus Ultra". Las jaurías de Coyotes aullaban frente a mí -"Guiémos al Perdido paque s'encuentre, encontremos al Perdido paque se Guíe"- hasta que dos horas después bajo estrellas sin Luna, apareció el esperado resplandor blanco de Matilda dominando
espinudas sombras. Recogí los huesos de pollos que horas antes cenamos, para entregárselos a mis burlones hermanos Coyotes. -"Sabe cocinar éste Perdido Encontrado, sabe encontrar éste Cocinero Perdido"- coreaban, aullando su gusto."

"No supe cuánto había dormido: me desperté por el ruido de una desvencijada carreta de bueyes, a punto de arrollarme. Crujía el desierto entero bajo enormes ruedas, bajo cascos de enormes bueyes. Nos levantamos apresuradamente, y NADA: ¡no había nada! En cuanto nos acostábamos ¡sentíamos que nos arrollaban! Hasta que vino a la mente -"Debe ser un Espejismo Acústico"- mientras la hermana Lechuza, alzaba su silencioso vuelo desde una Maternidad dejándome seguro con los míos."

nuestro Sol salió de Wirikuta y la Luna nació en Wirikuta


Olivia Carrión -- Miguel Grunstein -- Scott S. Robinson -- Carlos Saenz
(1975 -- 50 min. -- México)
De vuelta a nuestra conversación Navideña, vi a  José mirando muy contento similares recuerdos. No pude compartirles más: que no es el Peyote, que no es el Jikuri; que la experiencia ES Wirikuta, desierto nada desierto, tan lleno de Vida y de Magia, tan Madre Naturaleza; que el Jikuri es como mi Matilda (VW Combi´73 blanca): un medio de transporte para llegar, nada más; que muchos van pero pocos llegan. Cuando Miguel, Scott y éste MiLUsos salíamos de Wirikuta, mi Matilda se rebeló y logró atascarse en el ÚNiCO charco de todo un Desierto: prefería no dejar Wirikuta.

Que cuando regresé a Wirikuta para quedarme unos días en Estación Catorce y rescatar la Willys de Paolo, allá en 1991, no ingerimos Jikuri y fuimos a varias fiestas rancheras; que Wirikuta nuevamente me acogió con las hermanas estrellas e invitando a la Luna en enorme festejo por mi regreso; que comimos chochas (flores de la palma yuca), cabuches (flores de la biznaga de espina rosa) capead@s en huevo, quesos de cabra frescos en panes horneados con gobernadora. Y mezcal a morro entre cerveza y cerveza, lubricando tan aventureros gañotes.

El 25 por la tarde comiendo el recalentadito, noté otra ventaja de hornear un pavo previamente ahumado: como los romeritos y como el buen mole casero, ¡se torna más mejor qu'el día anterior!

Mas tarde se despidió nuestra Familia para regresar a Puebla y llegar al hogar en buena hora. Nuestro amigo José llevó su familia al mercado de Tepoztlán para vender sus artesanías de chaquira. Vicky irá por la noche a casa de Isabel Tercero y Cipriano (Mitote Jazz) para estar de fiesta.

Preferí quedarme descansando, viendo TV con Iván. Y no me arrepentí. Para los que amamos México hasta la médula, éste año que termina abundó en torpezas, desaciertos, masacres y mentiras de nuestro Gobierno de Pacotilla (con perdón de Paco y Costilla). Éso nos estruja la existencia algo poco.

Empecé viendo al Perfecto Ojete, al Doctor House: tan capricorniano y mujeriego que me identifico plenamente, como todo buen sinvergüenza. No, ni me duele la pierna. En los comerciales exploré la programación de otros canales, y en el cultural 22 nada más decía "Programación Navideña", como si pasaran gilipolleces tan sabidas por repetidas,  tan mal hechas por tan vistas ya ··· menos mal que ganó la Curiosidad: estaba en concierto la Orquesta Filarmónica de las Américas, dirigida por su fundadora: Alondra de la Parra. Aparte de tan melódico nombre, Alondra dirige con mano firme a músicos extremadamente talentosos, tan amantes de su instrumento como de nuestra música mexicana. ¿El nombre de tal concierto? ¡"Mi ALMA MEXiCANA"!

Retransmisión del 30 de Noviembre en el Auritorio Nacional de la Ciudad de México .Los había escuchado anteriormente el 15 de Septiembre: fueron lo ÚNiCO que valió la pena entre TODOS los festejos del (tan cacareado y fallido) Bicentenario.



Ésta mujer sabe combinar con gusto desde lo más tradicional y clásico, hasta los más rumbero y cabaretero de nuestro país. Una composición que no conocía, transporta TOTALMENTE al subconsciente: "Preludio al Sueño", de Federico Ibarra. Desde Revueltas y Moncayo, no escuchaba música tan expresiva. Claro, no faltó el Huapango de Moncayo, de mis favoritas. Es la mejor interpretación que oí hasta ahora! También magistralmente interpretado el vals "Sobre las Olas", sin empalagos ni cursilerías (no es de mis favoritos). Claro que tengo lo mío de cursi; me encantó ésta entre las canciones favoritas de mi loco corazón:



Lo escuché todo todo. Hasta entré a su página para averiguar más. Y yo, aborrecedor de políticos mexicanos antes que cualquier otra cosa del Mundo, me voy topando con que ··· ¡Es nuera del ex-presidente Zedillo! (¡no me jodan!) Con tales relaciones no extraña que a los 30 años haya logrado tanto. Ojalá y otros provilegiados fueran así de talentosos, así de amantes con mi México. Porque talento tiene, así como estudios y carrera por méritos propios. Sus músicos son inmejorables, dándole sabor a la música como pocos. Realmente estoy encantado con éste descubrimiento: valieron la pena los sinsabores políticos al darme cuenta de su contraparte, de que sí habemos mexicanos enamorados de nuestro país, construyéndolo con nuestro trabajo. El Arte es el medio para proyectar nuestro México real, siguiendo con nuestra Gastronomía. ancestral Ya ni menciono nuestra gente, ni nuestro accidentado paisaje, ni nuestro catastrófico clima ···

Les comparto ésta la más mejor Navidad: con perdón de hijos tan ausentes y tan a gusto en otras tierras, gozando también cada uno su mejor Navidad.
¡Que tengan un FELiZ AÑO!!!

miércoles, 20 de octubre de 2010

la Primavera de Otoño


En México tenemos dos estaciones: las Secas y las Lluvias, separadas con respectivas Primaveras. Ahí, Flores Insectos y Pájaros, se vuelven exuberantemente locos.

Estoy podando la Selva que nos dejaron las Lluvias, por acá atrás en la hacienda. En Octubre empiezan a florear los Cazahuates, árbol nacional de los Altos de Morelos. Nada como pasear por un camino bordeado con Cazahuates, cubiertos de flores blancas. La hembra abre flores por toda la copa y a todo lo largo de sus ramas. El macho sólo saca flores en la punta de sus ramas. Atrás en la hacienda, tenemos una Casahuate hembra. Para ver su traje de novia desde la casa, debo podar desorbitados plátanos.


Otro árbol donde hembra y macho son diferentes, es la Papaya (otra aportación de México al Mundo). Sólo la hembra dá fruto, aunque necesita un macho cerca para fecundarla con los Espíritus del Viento: los Insectos y los Pájaros, a cambio del néctar contenido en sus flores.

Vendavales huracanados se llevaron las nubes con lluvia éste año. Varios bichos saben que damos asilo a los huerfanitos. Algunos como el Vinagrillo, parecieran ser hijos de Hades y tienen la fama de ser venenosísimos, gracias al miedo del vulgo. Su defensa es oler a vinagre rancio, exudando gotitas de ácido a lo largo de su cola; llegan a usarla como látigo, para lanzar su peste a corta distancia. Si te tocas los ojos, arde. Hay que enjuagarse las manos con agua después de agarrarlo. Es absolutamente inofensivo y ayuda contra otras plagas de casa y jardín.


Otros son delicadas bailarinas, como las Mantis. Curiosamente, éste año las Mantis son color paja, en vez del usual verde fosforecente. ¿Indicarán que avecina una seca extensa e intensa? Cada año las Lluvias se atrasan más y más... (o son demasiado intensas, o duran cada vez menos). También hay lugares donde les tienen miedo, como en los cafetales de Chiapas: dicen, que si rozas una Mantis te dá calentura toda la noche. ¡Pamplinas! Les gusta la amistad con humanos, especialmente por el cuello y la cabeza: ahí se comen todos los mosquitos que llegan para chuparnos la sangre.

Anoche Iván no venía a dormir al pasillo, frente a los cuartos de arriba. Lo busqué en el jardín y lo encontré acostado junto un algo peludo. Cuando me vió, lo empujó con su nariz para hacerlo andar, mirándome para que lo ayudara.

Era un Tlacuache, un poco mojado por los lamidos de un Iván que intentaba reanimarlo. Fuí por una pala para recogerlo y enterrarlo; al pasar por la cocina, le eché un vistazo para ver dónde estaba lastimado... tenía los ojos en blanco, el hocico entreabierto con la lengua de fuera y sus manos (tienen cuatro manos) apretadas contra él, así como su cola enrrollada en caracol. (su cola es prensil).

Por más que trataba de abrirlo o extenderlo, nada. Al tomar su cola, se extendía bien y la enrrollaba al soltar. Lo agarré de la cola (se cuelgan de su cola, no le lastima) estirando bien mi brazo fuera de sus colmillos. Sus ojos me miraban atentamente y su boca seguía entreabuerta mostrando colmillos. Al revisarlo dándole toda la vuelta girándolo desde su cola, no tenía heridas. Mientras, Iván pedía jugar con él como hace con los mininos.

Sabiendo que éstos marsupiales son maestros del engaño, concluí que estaba petrificado de terror ante el tamaño de Iván y estaba dizque "muerto" como defensa. Tenemos una pared de piedra separándonos del terreno adjunto. Ahí Iván no se puede subir. Con la escalerita en una mano y el Tlacuache colgando en la otra, lo dejé arriba de la pared. Si se estaba muriendo lo enterraría mañana y si estaba sano, de ahí se pondría a salvo.

Ésta mañana ya no estaba. Mi corazón está contento porque Iván tiene buenos sentimientos. Nunca atacó al Tlanuache (ni fué atacado tampoco) cuyo peor pecado fué ¡robarse las croquetas! (como las ardillas). El día que Blau (nuestra Siamesita eléctrica) parió SEiS mininos, estaba viendo todo atrás de la ventana: ahí aprendió a reanimar lamiendo.

Los bichos saben bien quién los vé como iguales, quién los puede ayudar en su andar. En la avenida Reforma de nuestra capital, un mono araña (con su collar, noté) caminaba por el camellón central, deseperado. Me vió y se subió sobre mi hombro, me abrazó la cabeza y enrrolló su cola en mi cuello, como diciendo ·"de acá no me mueve nadie"·. Pasados unos minutos ví, tres cuadras más arriba a chiquillos deseperados buscándolo, al cuidado de una hermana mayor. Me acerqué y les pregunté "¿Buscan a éste fugitivo?"· el cual se bajó para darme la mano y jalarme hacia los niños. Ni duda que eran su familia... (ya me había encariñado)

En la feria de Puerto Progreso (1972) fuimos a cenar antojitos yucatecos; pambazos, sopa de lima, mucbi-pollo, pastel de cazón (de tiburón bebé). Vicky tenía un hambre caníbal en aquél su primer embarazo. También le abría el apetito caminar descalza 2 Km diarios, sobre la arena floja de la playa, para reforzar su columna. Nos detuvimos en un puesto de baratijas con cierto encanto, cuando sentí que algo más pesado que un gato aterrizó sobre mi hombro derecho. Cuando miré quién era tan confianzudo, estaba al ojo con ojos de azul violeta, pupilas muy atentas sobre destellos de brillantes. ¡Un Ocelote! Como mi amigo Pijón, allá en el Tabasco del pasado...

Antes de pensarlo, le estaba acariciando el cuello y empezó sus ronroneos. Mientras miraba de dónde salió, ví a una familia entera buscando por todos lados, hasta que notaron mi hombro con su Ocelote. Tontamente pregunté si lo vendían... ¿acaso vendería yo, mi mascota que crié desde chica? Claro que no...


Los bichos saben que no les tiengo miedo aunque sí los respeto, que dialogo con ellos sin importar su olor, su aparente belleza (algunos bichos son feos para nuestra estética) o su ponzoñeidad; los ayudo en lo que pueda. Y madre Natura también ayuda: me han picado cantitad de alacranes (mexicanismo para escorpiones) que nunca me han trabado: soy inmune. (menos mal; miren que Vicky ¡es Scorpio!)




Enlace:

lunes, 14 de junio de 2010

el Bungalow

Prólogo
Cuernavaca: Mayo de 2010

Éste Sábado, la búsqueda por las refacciones de la caja automática del Trácker, me acercó al domicilio de Teo mi E-gurú (maestro en reparación y programación de PeCés); decidí visitarlo e invitarle unos tacos. Cuando me abrió la entrada a su fraccionamiento, me dijo:

"Cuidado al pasear Iván con la Combi; así se acaba de matar un señor y pensé, no vaya a ser mi amigo Yan"- mientras me pasaba el Extra de Morelos. Ya en su casa empecé a leerlo, viendo (clickar en) ésta página a la derecha:

Siendo ésa Combi tan similar a mi Perica, Teo y yo nos preguntamos a qué velocidad la manejaba ése señor y porqué estaba su perro corriendo ahí solito por abajo. Cuando salgo con Iván, se pone de copiloto. Si paro y abro la puerta, sale a pasear conmigo; sin la correa si es en el bosque, o con la correa si es por la ciudad (para que ni lo atropellen, ni espante gente, ni  ande marcando todo). Cómo fué que no alcanzó a frenar...antes de llegar al párrafo  -"...recibió un golpe mortal en la cabeza, misma que le causó la muerte,.."- (¿humor negro involuntario?) leo que -"Se trata de Max vonSon Gallut..."- Me quedo petrificado: es el hermano mayor de Carlos, mi tocayo de balas en la columna ...
Tetela del Monte está a unos quince minutos manejando desde Armonía. Max murió por donde voy a comer truchas frescas. Empiezo a narrarle ésta mi historia a Teo:

El Bungalow - I
Tlayacapan: otoño, invierno de 1978/79

Contento de ocupar por fin el bungalow, a pesar de vagos rumores pueblerinos. Por lo pronto ahí nada más guardo mis cosas; tengo trabajo como jefe de transportación manejando la Combi '59 T-1 de Scott, en un largo metraje en 35 mm sobre la revolución mexicana. Sólo estaré los Domingos durante las primeras cuatro semanas de filmación, las que se pasan volando.


Combi T1 en las mismas condiciones que la de Scott

Para Navidad llegó Vicky y los niños, acompañada con una amiga y sus niños. Prendemos la chimenea y hacemos crepas para el desayuno. Recordamos a Michael y otros ocupantes del bungalow y de cómo la soledad los trantornaba y salían huyendo para no volver a saber jamás de ellos. Salvo alguno que otro que ni nos quería volver a saludar. No convivían con la gente local pues se sentían intelectuales, cineastas y necesitados de la civilización urbana DeFectuosa, más a su altura según ellos.

Acá, a las 9 de la noche todo el pueblo se retira a sus casas hasta el amanecer siguiente. Si quieres un bar o alguna vida nocturna debes irte hasta Cuautla (¡nada recomendable!). O bien atender las fiestas del carnaval y algunas otras fiestas religiosas en casi cada fin de semana durante todo el calendario anual; tradiciones que nos dejó la época de la Colonia. Con gente sencilla del campo cuyo sentido del humor puede ser tan irreverente como certero. Y para ser aceptado hay que aguantar vara con ellos...con un gañote de pirata para pasar aguardiente de caña del 96º, del que sirve hasta para desinfectar. A morro, nada de vasos.


Breve descripción de Tlayacapan

Ya terminado el maratón Guadalupe-Reyes, llega Febrero con sus aires vendavales y vistas maravillosas de los volcanes. De noche me despierta un ladradero de perros por todo el vecindario, aunado a chillidos de cerdos, gorgoteos de guajolotes y cantos de gallos de pelea. Me visto y salgo al jardín con mi lámpara portátil, también reviso el garage pero nada encuentro. Salgo a la calle, y tan sólo veo perros mientras la bulla se vá apagando y todos regresan a dormir. Estando la Luna tan Llena, lo achaco todo a su inquietadora influencia sobre nuestra Naturaleza.


el Sombrerito visto desde mi cama (cerro de la derecha)
Al amanecer, desde el tapanco en mi cama bajo las vigas y las tejas, corro las cortinas para ver cómo se vá iluminando el Sombrerito a medida que sale el Sol. Pero... hoy nada más veo un ramerío de Eucaliptos que tapan todo el techo de la cocina y mi ventana. Salgo al jardín para apreciar qué está pasando. Y veo que un Eucalipto enorme (de unos 30 metros de altura) simplemente se giró sobre sí mismo con el vendaval, astillando su tronco a tres metros del suelo y ¡vínose abajo!..ése tronco fácilmente tiene un metro de diámetro  ahí por donde se astilló: ¡no quiero ni saber el peso del árbol completo! ¿Cómo fué que resistieron las vigas que sostienen las tejas? Ni siquiera están fuera de su lugar...

Ya de cerca veo que otro Eucalipto podado hace un mes, quedó en forma de horqueta como a cuatro metros del piso, a un metro de distancia del ahora caído. Cuando se vino abajo y a punto de aplastar el techo entero de mi bungalow, detuvo todo su peso la horqueta del podado. Las ramas nada más rozaban todo el techo de mi bungalow y el de junto sin lastimar ni una teja, algo realmente milagroso. Scott trajo a mi compadre Lucio y se hizo la limpia de rigor, tanto al lugar como a nosotros. Y se puso un altar con ofrenda fresca todos los días por si las moscas.

Ahí viví dos años bastante a gusto, con Vicky y los niños visitando constantemente con algunas amistades a veces. Cuando dejé el bungalow fué para rentar casa en Santa Mónica y dedicarnos a los niños. Nada raro sucedió más en ése bungalow; sólo algunos rumores pueblerinos pregonando si yo era brujo o si tenía pacto con el Diablo...nadie más quería rentar ése bungalow otra vez.

El Bungalow - II
Cuernavaca: primavera de 1983

Pasamos dos años en Santa Mónica, dedicándome de lleno a trabajar el Taller Móvil con mi Bula Matari. En el '80 murió Line (mi ombligo) y en el '82 nos mudamos a Cuernavaca: con mejor clima y sin la urbanización tan excesiva de la capital. Los niños entraron a Ilnamiky, la escuela activa donde estudiarían primaria y secundaria. Seguido visitaba a Scott en Tlayacápan y así conocí a los nuevos inquilinos del Bungalow: Carlos vonSon y su esposa Adriana.

Carlos era cazador; Adriana y él manufacturaban diferentes artículos de piel con sus presas, que también les daban alimento. Desde bolsas y morrales hasta fundas para armas o navajas suizas. Un día recibí éste telefonazo:

"Soy Carlos, estoy en Cuernavaca; necesito hablar contigo pues tuve un accidente. Vivo en Rancho Tetela, en casa de mi hermano"
Conocí a Max después de tocar en su casa para preguntar qué accidente tuvo su hermano Carlos. Cuando abrió nos presentamos y me llevó al cuarto de su hermano. Sentado desde su silla de ruedas, Carlos nos contó toda la historia:

"Te llamé porque tú también recibiste un balazo en la columna."- (ver ¡Sorpresa de Cumpleaños!) -"La semana pasada fuí a cazar de noche por las barrancas cerca de Tlayacapan, con un amigo y mi perra. Nos separamos para entrar a la barranca por ambos lados y encerrar nuestra presa al centro. Cuando mi amigo vió los ojos de la perra, creyó que era un puma y disparó.

"Como yo venía atrás de la perra nada más me dió tiempo a voltearme, recibiendo tres impactos con postas: uno en el muslo, otro en el brazo y el tercero en plena columna, abajo de la cintura. La perra me acompañó hasta que llegó el rescate y me llevaron al hospital de Cuautla. Allá se declararon incompetentes y me trasladaron a México, al hospital ABC donde mi padre es accionista.

"Un cirujano amigo de mi padre tomó el caso como favor especial. Me retiró la bala y me dijo que ya no volveré a caminar. Tú también al principio, cuando te dieron el balazo, también estuviste en silla de ruedas al principio ¿verdad?"

Me quedé helado escuchando una cadena de herrores, formada con un eslabón tras otro, guiando al Destino hacia ése callejón sin salida llamado Tragedia:

  1. - cuando sales de cacería en grupo (cualquier cantidad más de uno sólo, se considera 'un grupo') la presa vá al frente de la línea de tiro y se mandan el o los perros, a traer la presa hacia la línea de tiro. NUNCA se ponen encontrados a los cazadores y ¡aún menos de noche!

  2. - llevar a un novato miedoso, que ni siquiera sabe distinguir los colores del reflejo en los ojos de los animales. No sólo hay perros sueltos de noche, también andan vacas, burros, mulas, gallinas, guajolotes, patos...que uno no quiere matar porque te los cobran a precio de oro. Son el sustento de sus dueños, ya sea por sus materias primas como la leche o el huevo o bien como animal de trabajo para la yunta. Y no han visto ningún puma por ahí desde la Revolución de 1910...

  3. - el cirujano no era experto en heridas de combate. Hasta el más ignorante sabe que al extraer una bala de la columna, jala por vacío la gelatina llamada médula espinal: por éso traigo conmigo la bala incrustada en mi columna desde hace 47 años...el director del (ahora desaparecido) Hospital Francés, era amigo de mis padres desde que fué maquí durante la ocupación alemana, con amplia experiencia en heridas de combate.

  4. - rentar un bungalow notable por los accidentes que acontecen a sus moradores (no así a sus dueños: sólamente a ocupantes y de largo plazo. Si te quedas una noche a dormir no  te pasa nada) y sin hacer una limpia previa. Los protegidos tenemos Suerte, que sin ella... más vale no haber nacido, ni ocupar bungalows, ni recibir balas, ni pasear perros, ni manejar Combis... como mi narración indica.

Dos vocecitas dentro de mi cabeza dialogaban; una diciendo que la mentira por lástima nada más empeoraría ésta situación, la otra preguntando ¿porqué me tocan a mí tales situaciones? Yo como buen tercero, escuchaba mi diálogo interno mientras le respondía a Carlos:

"No Carlos, yo desde el principio tenía movimiento de mis extremidades. El dolor me impedía mover bien la pierna del freno, por lo que pedí a don Adolfo que manejara para evitar un accidente. Cojeando, pero podía caminar sólo.

"Una semana después, manejé 1,000 Km hasta México para sacarme la radiografía en el hospital, donde me dijeron que no había que moverla y aquí la traigo incrustada. ¿Porqué ibas de cacería con un novato y lo dejaste sólo?"

Noté que Adriana su mujer desviaba la mirada, mientras que Carlos se aflojaba en su silla.

"Te toca a tí desmentir al médico que te puso en la silla. Hay paralíticos cerebrales de nacimiento que aprenden a caminar y coordinar sus movimientos, con terapias que puentean al cerebro hacia otras áreas conectadas. Toma meses y hasta dos o tres años. Vicky ayudó muchas de ésas terapias con acupuntura, para acelerar ése puenteo. Debes estar en un lugar con piscina, porque muchas terapias son en el agua, así la columna no carga tu peso."

Fueron comienzos duros. Carlos pasó por etapas desde intentar pegarse un tiro en la sien, hasta rentar casa con piscina en Tepoztlán para recibir todo tipo de terapias. Al año recuperó el control de esfínteres, la sensibilidad y el movimiento de su pierna izquierda. Un ortopedista local le hizo una funda para mantener recta la otra pierna insensible; con muletas, Carlos por fín empezó a dejar la silla de ruedas. Mientras, Adriana se separó de él.

Sus papás lo mandaron a Ensenada BC, y se inscribió en la Universidad de San Diego para estudiar Oceanografía. Empezó a practicarla buceando, con lo que regresó a la Naturaleza que tanto le gustaba. Además de que moverse en el agua ayuda mucho a su columna. Y perdimos su pista desde ahí, hasta recibir las noticias del hermano que me dió Teo, llegando a su casa.

P.S.- ...los vientos de Tlayacapan soplan que al novato le gustaba Adriana...

Epitafio

Al contarle a Teo ésta historia, se me salió -"¡Pero qué familia tan salada!"



...se lo dedicamos a todos:
Iván, la Perica y éste MiLUsos seguimos paseando muy a gustito y en equipo.